No hay mal que por bien no venga (o algo así)

Cuando la influenza tuvo a bien llegar a sembrar el pánico en nuestro país en mayo, muchos planes colapsaron para muchas personas. Entre ellas quien esto escribe, ya que el temido bicho, aunado a la paranoia colectiva, nos hizo posponer nuestro viaje a la playa. Por eso hoy reponemos ese viaje a bonita playa en el Pacífico mexicano que tanto amo. Mis pies podrán por fin salir del encierro en calcetines de lana al que se han visto sometidos y mi cuerpo y yo podremos exponernos felices al sol. Reportaré en breve, con suerte, chela en mano, yeah!


- Posted using BlogPress from my iPhone