miércoles, 23 de diciembre de 2009

Hoy amanecí y me di cuenta que mañana es Navidad. Hace mucho tiempo que esta fecha dejó de tener importancia por diversas circunstancias. Sí, la celebro cenando lo clásico en familia, pero creo que la Navidad ya nunca será igual. Creo que esta Grinch, orgullosa de su participación activa en el Club de Scrooge, en el fondo siente nostalgia por las Navidades de su infancia y adolescencia. Y no es por los regalos, lo juro, es porque antes había más tradición, más magia y más unión. En fin, mañana cenaremos pocos, supongo que los que importamos, y continuaremos adelante, esperando que el año próximo nos toque mejor... Pásenla todos bien, lectores invisibles...


martes, 22 de diciembre de 2009

El misterio de la rebeldía capilar

Desde hace algunas semanas no puedo peinarme el fleco. Antes nunca usé fleco y de la nada, me animé un día y me lo corté. Peinármelo fue un huevo mundial, por lo corto. Luego agarré la onda y me salía hasta con los ojos cerrados. Pero ahora, resulta que después de 6 años de usar fleco, simplemente, ya no me queda, se voltea, se ondula (¡¡horror!! ¡fleco ondulado jamás!), pero extrañamente, si me lo peino para el lado contrario, queda de poca madre y no se mueve ni poquito. Como de revista. Pinche fleco necio. No sé qué hacer, esto nunca me había pasado y no me siento tan cómoda usándolo para la izquierda cuando siempre lo había usado para la derecha. Sí, muy intelectual mi post del día de hoy, lo sé. Deberían ponerlo en Wikipedia...jaja.

sábado, 19 de diciembre de 2009

¿Dónde estabas hace una década?

Leí esta pregunta (y su respectivo post) en un blog al que llegué gracias al blog de mi amiga Domi (quien por cierto, desde que partió a su tierra natal de vacaciones, decidió olvidarse de todos nosotros y de su blog, jaja) y me cuestioné lo mismo. Aquí la respuesta.

En diciembre de 1999 estaba preparando mi viaje a Panamá. Tenía un novio llamado David, que a pesar de su profesión (músico y pintor) era serio y un poco señor, pero era buena gente. Unos meses antes, en agosto, estábamos en un concierto del susodicho, cuando su entonces manager y amigo mío me contó que se iba a Panamá a pasar las fiestas con su familia (él es de origen uruguayo pero sus padres viven en Panamá hace muchos años), y que había conseguido un boleto muy barato. Me puse a buscar y conseguí el mismo pasaje que él, así que animé a mi amiga C. y dado que yo tengo muy buenos amigos panameños (que conocí en la universidad y fuímos prácticamente roomates) , nos conseguí alojamiento y plan para el Año Nuevo para C. y para mi. El viaje a Panamá fue divertidísimo, volamos con Jonás, otro amigo músico -que compartía manager con mi entonces novio-, en un avión medio destartalado, pero que al parecer era el pollero de Sudamérica, comenzaba escala en Panamá y de ahí pa'l real hasta Bs. As. parando en cada ciudad capital del Cono Sur (por eso costó lo que costó, supongo). Nos fuímos hasta el final del avión y fumamos y tomamos todo el vuelo (¡¡aún se podía fumar en los aviones, Yisus!!). Ya casi llegando a Panamá, Jonás nos confesó que la última vez que había volado en esa línea y ese destino (iban a hacer un show) se le había apagado un motor al avión. Casi me muero del susto, ya no tuve paz hasta que aterrizamos en Tucumen.

El resto del viaje fue divertidísimo, hubo de todo, comenzando por un accidente de regulares dimensiones la primera noche de nuestra estadía. Quedamos en un bar con amigo-manager y primo (que era amigo mío también y estaría en Panamá de casualidad) y nosotras iríamos con mis amigos. Me metí a bañar para alistarme y me resbalé en la tina, dando como resultado una abierta (debido al impacto directo del hueso de mi ceja contra el grifo del agua caliente) que acabó en el hospital, cirujano plástico de por medio y doce puntadas en el párpado. Cuando llegué al bar (porque eso sí, ni el madrazo mermó mi espíritu parrandero) con un gran parche, me dice amigo-manager: Hablamos hace dos horas y esto no existía, jaja. El resto del viaje me la tuve que pasar, en pleno verano panameño, con un gran sombrero y lentes de mosca para evitar el sol, pero a pesar de eso, fue divertidísimo, y contar la historia una y otra vez, a pesar de la burla de mis interlocutores, fue más divertido aún.
Asistimos a la entrega del Canal de Panamá de parte del gobierno de EUA al gobierno de Panamá el 31 de diciembre de 1999. Fue una ceremonia histórica, emotiva (llorábamos abrazadas de la gente -a la cual no conocíamos, por supuesto) y llena de alegría. Al finalizar, Ruben Blades regaló un concierto de tres horas para el pueblo. En la noche, fuímos a una fiesta en la parte alta de una isla-colina, donde otra vez tocó Rubén Blades, aunque ésta era una fiesta privada de gala, con cena y barra libre. Fue increíble, divertidísimo y cerramos la fiesta a eso de las 3 de la tarde del día siguiente con "la mojadera" (mojarse todos con mangueras para recibir el año nuevo) y comiendo sancocho de pollo.

Días después nos fuímos a Isla Grande, una isla a un par de horas de Cd. de Panamá, donde mi amigo JC tiene una casa. Una isla preciosa, donde no hay coches (estacionas tu auto en tierra firme y te cruzan en pangas) y en la playa hay casitas de madera pintadas de colores, y tejabanes donde venden cerveza y patacones (plátano frito, mmm). Dedicamos nuestros días a estar tiradas en la playa tomando cerveza Atlas y escuchando reggae, viendo a los surfos "de la zona" (gringos nacidos en bases militares americanas en Panamá que eligieron quedarse ahí porque se enamoraron del país) y siendo felices. Unas grandes vacaciones donde hubo de todo , incluso la invención de una historia maravillosa, en donde C. y yo tocábamos en un grupo de rock que le iba a abrir a su vez a Jonás y su banda un concierto, motivo por el cual nos teníamos que subir al avión rumbo al DF a como diera lugar (por no "confirmar" nuestro regreso vía telefónica antes, perdimos nuestros boletos de avión, una cosa muy rara, pero cierta). Al final, nos subimos al aero pollero que veía repleto y logramos llegar a México. Creo que ha sido uno de los mejores años nuevos de mi vida. 1999, you look so far away...

domingo, 13 de diciembre de 2009

Things that make me go mmm...


Creo que ya voy saliendo de mi etapa de amargueitor total (si eso es posible) y para exorcizar todo eso, mejor hoy quiero hacer un post sobre cosas que me gustan, me encantan. Tengo un enorme gusto por los juguetes de diseñador, aquí algunas imágenes de mis debilidades y pequeñas pasiones cotidianas. Mmm!!


- Aranzi Aronzo, diseñador japonés especializado en el DIY. Tiene uno de los libros más divinos y explícitos acerca de manualidades de todo tipo, para hacer bolsas de fieltro, playeras, muñecos, etcétera. Soy fan.
 
- Bearbricks: hay de todos tipos, tamaños y personajes. Estos son sólo algunos de mis favoritos. Cada cajita misteriosa es un motivo de emoción y alegría. Si alguien me quiere dar un regalo alguna vez, pueden recurrir a esto. Es barato (6 dólares aproximadamente) y proveerá un gozo infinito. Éste es el mismísimo Mr. Black de Reservoir Dogs. Más bearbricks a continuación.


Otro de mis ultra favoritos, Bob Esponja, engalana las filas de Bearbricks. ¡Jujuy!

 
Los veo y los vuelvo a ver y casi me dan ganas de llorar. Belleza absoluta, perfección robótica. Bearbricks de Daft Punk (hartos suspiros).

El italiano Tokidoki tiene un estilo bien particular (los cactus lo definen, entre otras cosas) y hace unos juguetes con un diseño divino y muy peculiar, que mezcla personajes muy femeninos en cuanto a colores y miradas, pero que habitualmente vienen acompañados de elementos sumamente masculinos o agresivos, como metralletas o espinas. Lovable!


 
 
¡Maldita Kitty! No conozco a nadie que para su cumpleaños número 35 haya contratado a uno de los diseñadores más heavies del mundo para que le hiciera un outfit chingón. Aaah, soy fan de nuevo.



Dejé para el final a mi gran GRAN consentido, a mi favorito entre los favoritos, el japonés Yoshitomo Nara. Desde la primera vez que vi la imagen de una niña medio enojada medio maldita pero que algo tiene que te compra, me enganché irremediablemente. He adquirido cuanto producto con su firma he encontrado, pero aún así cuando veo alguna exposición (en país remoto, obviamente) siento un huequito en el estómago que no tengo cómo rellenar. Lo amo irremediablemente. He dicho.


 
Too Young To Die

miércoles, 9 de diciembre de 2009

A long December...

El twitter sigue sin funcionar y nadie se ha dignado dejarme un solo comentario. Sin embargo el contador sigue avanzando. Hoy no es un buen día, me siento triste. Y ni siquiera quiero exponer aquí los motivos de mi tristeza porque si los pienso, me parecen como de secundaria, pero bueno para mi son importantes y supongo que eso es lo que cuenta. Sólo espero que este sentimiento se vaya pronto. Quisiera decir que es diciembre, la navidad, el frío y la mierda, pero ni eso, estamos a 26 grados, con un sol como de primavera y no hay rastros de frío por ningún lado.

Odio este tipo de días, en que todo se hace más pesado, desde el andar hasta las palabras y lo que no se dice. Y es como esperar a que pasen las horas sin novedades, sin un sobresalto, sin que te llegue un correo diciéndote que te ganaste un premio o un reconocimiento a tu trabajo. O aunque sea un reintegro de la Lotería (si tan sólo comprara boleto... osh). El chiste es que hoy es UNO de esos días, que todos tenemos, y en los cuales nomás en serio, no pasa nada. Lo malo es que llevamos muchos días en lo mismo, y salir a la calle y ver los estúpidos cuernos de reno que la gente le pone a sus autos no ayuda. Y tampoco ese espíritu "navideño" que no es otra cosa más que un muérase pagando y venga y déjenos su aguinaldo, al fin y al cabo no lo va a necesitar para otra cosa. Y gastar en papel que no sirve para absolutamente nada más que para ser roto. En verdad, envolver los regalos en papel me parece una costumbre salvaje y sumamente retardada (y no puedo ocultar que yo lo hice por mucho tiempo, hasta que un día tuve una revelación y comprendí que no más). Y no me importa las miradas que recibo y recibiré por dar regalos envueltos en periódico. Peor es tirar tu dinero. I'm such a fucking grinch, I know it and I don't give a rat's ass. Esto va a ser un diciembre muy largo. Fuck...

pd. Quería poner el video que da título a esta entrada, pero los perros de Universal quitaron la función de "embed" así que hagan click aquí por si lo quieren ver. 

"I can't remember all the times I tried to tell myself to hold on to these moments as they pass..."

lunes, 7 de diciembre de 2009

Atento aviso

A los lectores invisibles de este blog (sé que los hay porque para eso puse un contador de visitas), primero que nada, no pongan atención a lo que pasa del lado derecho de mi blog, es la aplicación para unir twitter y blog, pero lleva días rota y todos esos tuits que están ahí, por supuesto no son míos, sino de Juan Pérez y toda su pandilla que se han inmiscuido en mi blog. Segundo, si pasan, leen y les gusta o no les gusta, sean amables y alimenten a este pobre corazón. Déjenme un comentarito, aunque sea así, chiquito y modesto, pero háganme saber que al menos alguien además de mi, lee todas estas pendejadas... he dicho.