Antes: mix tape, horas pensando qué poner, cómo combinarlo, incluso si hacerle dibujillos artísticos al forro del casette, que en muchos casos, era Memorex.
Ahora: si bien te va, playlist del Ipod.
Antes: brincar cada vez que sonaba el teléfono, pensar "cuándo llamará" o de plano quedarse esperando una llamada que nunca iba a suceder.
Ahora: nada de misterios, el id caller del celular o teléfono en casa lo dice todo y si no lo dice, siempre puedes toparlo en msn, en skype, saber de su vida por twitter, facebook o su blog.
Antes: tomar una foto y esperar hasta revelarla para saber si quedó padre o no. Cuando te las daban recién impresas, todavía olían a líquido revelador. Juntarse con los cuates a ver las fotos de la fiesta. Que se quedaran marcados los dedos de todos en las fotos.
Ahora: tomar y borrar si no salió bien y volver a tomar y volver a borrar, y en menos de 24 horas, subir un álbum a FB o a Flickr o a Fotolog para que todo mundo las vea desde la comodidad de su casa.
Antes: Ir a la tienda a buscar discos, esperar a que llegara, abrirlo, ver el arte.
Ahora: fucking Limewire o en el mejor de los casos Itunes.
Antes: pasar horas descifrando la letra de una canción, escribir cualquier cantidad de tonterías en vez de los "lyrics" precisos.
Ahora: entrar a google, hacer la búsqueda del título o aún mejor, abrir Shazam y encontrar la letra, el autor, bla, bla.
Antes: enviar cartas, pensarlas dos veces, elegir el papel, el sobre, emocionarse porque se recibía una carta (¿hace cuándo no recibes una carta que sea para ti de un amigo o familiar, no algo del banco, gobierno, etc.)
Ahora: con darle send basta.
Antes: tener un diario con llavecita, candado y todo. Pegar en él boletos de cine, cartas, miles de recuerdos.
Ahora: vive le blog....
Eso
Hace 9 años
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